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domingo, 24 de abril de 2011

De vez en cuando un poema...


Inventario genealógico

Los hijos de los dioses, los hijos de la calle,
los hijos del azar y los hijos del viento.
"Los hijos infinitos", "todos los hijos del mundo".
Los hijos de los gatos y los hijos de perra.
Los hijos del dolor, los hijos del amor,
el hijo de una duda y "la hija de la lágrima", “brillaba, era una perla”.
Los hijos tuyos y los hijos míos. "El hijo que jamás hemos tenido".
Los hijos del pasado, los hijos escarlata y los hijos índigo.
Ese mañana que es hijo de este hoy.
Los hijos inclementes, los hijos del tiempo, los hijos del alcohol,
los hijos de un duelo de amor que siempre termina y siempre vuelve a empezar.
Los hijos de la guerra, los hijos del miedo,
los hijos del rock n´roll y de los buenos boleros,
Los hijos de la noche, los hijos del hombre lobo, el hijo del Dr. Frankestein,
la hija de la luna, los hijos de un marinero y todos los hijos del coronel Buendía.
Los hijos que lo merecen todo, los hijos que nos duelen hasta el alma,
los hijos, hijos de nuestros huesos,
los hijos asesinos, los hijos celestiales, los hijos de la patria,
los hijos de las infinitas preguntas que aún están por hacerse,
tantos hijos.

2 comentarios:

  1. Genial, como todas las letras que pones juntas Miguel a cada tanto, cuando se te antoja, vocales y consonantes en comunión indómita, con la misma alquimia efervescente, propia y única de aquel que le da de beber a las palabras y las emborracha a su antojo...el mejor poeta cumanés de su generación y de otras tantas...Un abrazo friend,

    Espartaco.

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    Respuestas
    1. Honor que me hace, hermano! Con perdón de los buenos poetas cumaneses de mi generación y las otras. Gracias, por la lectura y le devuelvo el cariño con igual amplitud. Pendientes de una conversa.

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