Nuevo Laredo, agosto 30 - Marco Antonio Leal García, alcalde de Hidalgo, Tamaulipas, fue asesinado este domingo, informó una fuente de la procuraduría estatal.
"Acaban de matar al presidente municipal de Hidalgo", Marco Antonio Leal García, dijo bajo anonimato un funcionario de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Tamaulipas sin dar más detalles sobre el crimen.
Fuentes no oficiales informaron que el alcalde, de 49 años y extracción priísta, fue emboscado cuando circulaba en su camioneta en el kilómetro 94 de la carretera a ciudad Victoria, por el poblado El Tomaseño.
Su hija de cuatro años, según estas versiones, se encuentra grave.
Hidalgo, de unos 24 mil 200 habitantes, se encuentra el centro del estado de Tamaulipas, a unos 90 km de la capital estatal, Ciudad Victoria.
Este asesinato se suma a las cinco explosiones registradas desde el viernes en Tamaulipas, después del hallazgo de los cadáveres de 72 inmigrantes en el municipio de San Fernando, a 180 km de la frontera con Estados Unidos.
Además, el pasado 12 de agosto el ex alcalde de Hidalgo, Cesáreo Rocha Villanueva, resultó gravemente herido en un atentado. Antes, el 18 de marzo, las instalaciones de la alcaldía de Hidalgo fueron blanco de un ataque con granadas que dejó un policía muerto. (http://www.aporrea.org/actualidad/n164411.htm)
Haciendo un último zapping en la TV, antes de dormir, me encuentro anoche con la información en CNN. México vive bajo una violencia brutal en el marco de una guerra con y entre los carteles del narcotráfico que dan vida al negocio de la droga en el país. Nuevamente la ficción se ve desbordada y superada por la realidad con creces, hace unos años la película Traffic (Steven Soderbergh) dejaba bastante mal parados a las autoridades mexicanas con respecto a su capacidad de luchar contra el narcotráfico. Pero ni en la imaginación de los escritores y cineastas más atrevidos, en México se habrían contabilizado la muerte y secuestros de tantos alcaldes y funcionarios de alto rango en menos de un año.
Las bandas armadas en México (armadas por quién, desde cuándo, con el amparo de quién, con armas de dónde, todas preguntas incómodas para los poderes a ambos lados del Rió Grande) asesinan, detonan bombas, masacran y secuestran con una facilidad que haría a cualquier periodista serio cuestionar a la vocería oficial sobre la capacidad del Estado de librar esta guerra que mantiene en jaque al Gobierno y a la ciudadanía del norte de México. Pero el cuestionamiento no se produce, los hechos (y los números) estallan en la cara, como los coches y las delegaciones de policía; pero se sigue afirmando que Venezuela es más violenta que México y en el espacio de arte y espectáculos de la cadena multinacional de noticias se hace la reseña de una banda de narcocorridos que se ufana de las pistolas y el derroche de alcohol y mujeres en su último video.
¿Libertad de expresión o banalización de una situación realmente grave? ¿Desprecio por el dolor de un pueblo sitiado por la más terrible violencia o simplemente burla ante los muertos de quienes se quedaron del lado sur del muro? ¿De qué acusaban a Andrés Izarra?
Nueva Orleans sigue luchando después de cinco años del devastador huracán Katrina (Telesur)
Tras cinco años del paso del huracán Katrina que devastó a Nueva Orleans (sur de Estados Unidos), sus habitantes, recordaron este domingo a los más de mil 800 muertos y grandes daños materiales que dejó el fenómeno, y reclamaron los retrasos en las labores de reconstrucción. El presidente Barack Obama arribó a la zona y prometió "luchar hasta que se haya finalizado el trabajo".
Obama, quien viajó este sábado a la ciudad acompañado por su esposa Michelle , pronunció un discurso en la Universidad Xavier, en el que aseguró que "luchará" con los habitantes de Nueva Orleans hasta que "el trabajo (de reconstrucción) esté finalizado".
Explicó que después del panorama desolador que dejó Katrina, Nueva Orleans "podía haberse convertido en un símbolo de destrucción y deterioro", pero lejos de eso, se ha convertido en un "símbolo de resistencia, de sentido comunitario y de lo que supone la responsabilidad de ayudarse unos a otros".
El mandatario calificó como "vergonzoso y mal funcionamiento" la gestión que realizó su antecesor George W. Bush, que tardó días en reaccionar a la catástrofe, dejando "a un gran número de hombres, mujeres y niños solos y abandonados".
Para Obama, Nueva Orleans es "una de las ciudades que crece más rápido en Estados Unidos con una gran proliferación de pequeños negocios", aunque, afirmó que "queda mucho trabajo por hacer".
"La ciudad sigue padeciendo unos altos índices de pobreza", cerca de un 23 por ciento que duplica la media nacional junto con la criminalidad, dijo. "Juntos trabajaremos para que el legado de lo ocurrido tras el Katrina no sea el abandono ni la indiferencia, sino la acción, la empatía y el trabajo de una comunidad que lucha junta para afrontar los desafíos", dijo.
El huracán Katrina desbordó los ríos afluentes del Misisipi, algo que los diques no pudieron resistir, inundando la ciudad de Nueva Orleans. En estos cinco años, según el Gobierno de Estados Unidos se han reforzado gran parte de los diques, bajo procesos de seguridad que evitarían nuevos colapsos.
El coronel Robert Sinkler, dijo que han hecho en tres años, lo que se debe realizar en quince, todo para evitar una inundación nuevamente. Sin embargo, Sandy Rosenthal, de la ONG de protección Nueva Orleans, aseguró que existe una muy alta posibilidad de ruptura de los diques, incluso de los recién construidos.
En este desastre perecieron unas mil 800 personas, 180 mil casas y edificios quedaron totalmente destruidos. Los daños materiales se registraron con un valor en más de 75 mil millones de dólares (http://www.telesurtv.net/noticias/secciones/nota/77377-NN/nueva-orleans-sigue-luchando-despues-de-cinco-anos-del-devastador-huracan-katrina/)
Katrina genera hoy tantas preguntas como hace 5 años. ¿Por qué se tardó tanto en movilizar personal y recursos para atender la catástrofe? ¿Por qué se concentró tanto esfuerzo en la seguridad de la propiedad y los negocios antes que la de personas? ¿Por qué no se tomaron en cuenta las variables socioculturales, tan críticas en otros aspectos de la política norteamericana, a la hora de reubicar a los damnificados y desplazados? ¿la respuesta habría sido igual de lenta si la ciudad afectada fuese de predominantemente blanca? (esta última pregunta despierta los más airados señalamientos y protestas en los medios norteamricanos, porque ese no es el tema, según los líderes de opinión massmediáticos)
Las preguntas siguen sin respuestas y el corazón de la cultura creole norteamericana, la cuna del jazz, la casa y el templo de la música popular estadounidense del último siglo, el escenario de La Conjura de los Necios, el umbral secreto entre el reino del río Río Mississipi y el señorío mágico del Caribe, sigue mostrando las heridas abiertas que le dejaron tanto el huracán, como una gestión de gobierno que la abandono a su suerte.
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